Amanecer.
De barro las mañanas,
que se yerguen soñolientas entre el sedoso manto
de la neblina matinal.
Y con olor a tierra mojada por lagrimas alegres
que las Ninfas vierten cada amanecer sobre el césped.
El melancólico aliento matutino,
exhalado por el espíritu viajero del mundo que se mese en la existencia.
Matinal frescor de fresas y naranjas,
abrazo tierno de las primeras horas del día,
para quienes regresando de los linderos Oníricos del sueño, comienzan la amable jornada.
Y las aves extienden sus alas,
acarician las mejillas al viento,
las hormigas hacen fila y los espíritus bailan.
Son las Ninfas de los amaneceres: barro, rocío y fresco aliento,
que hacen del despertar, de cada despertar, ¡una mágica esperanza!
Daleth R.
"Mágica esperanza"... como tus poemas.
ResponderEliminarHermosos poemas, Dalh.
Muchas gracias por escribir.
Es de abril, pensé era nuevo amorezuli, sabes que me gusta mucho
ResponderEliminarGracias Rigardo! y sabes que es un honor para mi
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